lunes, 31 de diciembre de 2012

Presentación de Ludica Mundi


No quería acabar el año sin presentar el proyecto con el que comencé. Fue el día 2 de enero cuando me juntaba con un buen amigo para hablar y soñar un proyecto que conjugara dos elementos que son muy importantes en nuestros momentos vitales: lo lúdico y lo educativo. Ambos pensamos que el juego y la diversión tienen que ser los motores que llevan a los niños a aprender, a desarrollar sus inquietudes, en definitiva, a CRECER. Además, vemos que en el sistema educativo que conocemos, tanto en infantil, en primaria, como en secundaria, hace falta dejar atrás el modelo de aprender conceptos (muchas veces, basado en la memorización) para trabajar un desarrollo mucho más integral de la persona, un aprendizaje que potencie las capacidades y habilidades de cada niño.

Después de muchas reuniones y juegos, con un grupo de personas que llegamos a 15 y finalmente nos quedamos en 4, se hace realidad una parte del proyecto, con la presentación de la página web de Lúdica Mundi (www.ludicamundi.es). Por una parte, arrancamos con un blog dónde iremos contando experiencias y lanzando ideas sobre el juego y la educación, un tema que nos apasiona y sobre el que queremos investigar, aprender y desarrollar.

A su vez, también hemos creado una tienda on-line que ofrecerá los juegos de mesa que, después de una gran selección, hemos pensado que son los mejores que podíamos encontrar para empezar. Seguiremos buscando y probando nuevos juegos para ir ampliando esta selección inicial.

Espero que os interese y disfrutéis tanto como nosotros, y que os paséis por el blog para comentar los juegos que os han sorprendido.

Miguel Ángel dijo una vez: “El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que nuestras aspiraciones sean muy altas y las desaprovechemos, sino que son demasiado humildes y las alcanzamos”. Tenemos que aspirar alto y estar decididos a lograrlo.

¡Muchas suerte para el año 2013 que comenzamos!

viernes, 30 de noviembre de 2012

¡Qué edad más bonita!

Llevábamos unos meses sin escribir en el blog, pero no por falta de ganas ni de experiencias que compartir, sino porque tenemos tantas ocupaciones que no conseguimos parar un rato para dedicarle tiempo. Y una de estas ocupaciones, mejor dicho, dos de estas ocupaciones son nuestras hijas.


Niños realizando una importante investigación

Sara empezó ya el cole “de mayores”, y las dudas y miedos iniciales se van convirtiendo en ilusiones nuevas, muchos amigos y ganas de aprender y descubrir. Su emoción por aprender los números y contar, y también por conocer las letras, contarlas y ordenarlas nos recuerda que la capacidad de aprender que tiene ahora no la volverá a tener cuando vaya creciendo. Aunque a veces resulta cansado es muy divertido buscar respuesta para las preguntas que nos lanza sin parar, y no todas sencillas, por cierto.

Y cuando la vemos como canta y baila, por la calle y en casa, y lo contenta y sonriente que va siempre nos decimos por lo bajo: ¡Qué edad más bonita!

Luego viene Cristina, que con 18 meses repite todo lo que le oye a su hermana, con ese lenguaje tan divertido que tienen los pequeños. Apenas hace 3 meses que se soltó a andar, pero ya le gusta saltar en la cama (sa-tá, en su idioma), trepar el sofá para apagarnos la luz (su-bí), hacer volteretas en la cuna (lo aprendió imitando a la hermana) y subirse a la sillita para ver como cocinamos (a-í-ba). Va dejando atrás su etapa de bebé, y empieza a marcar su personalidad y a ocupar un lugar muy claro en la familia.

Y cuando la vemos echarse encima de su hermana, reír a carcajadas, o la escuchamos cantar el cumpleaños feliz y otras canciones caseras, nos decimos por lo bajo: ¡Qué edad más bonita!

Es cierto, cada edad es tan distinta y crecen tan rápido, que parece que si parpadeas te vas a perder los avances, así que intentamos disfrutar de cada día, acompañarlas y crecer con ellas, y ser conscientes del momento tan especial que supone cada etapa de la infancia.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Se quieren, sí, se quieren


Mamá le pregunta a Sara mirándola a los ojos desde muy cerca queriéndola achuchar con las manos:
  • ¿Quién te quiere a ti? ¿Eh? ¿Quién te quiere?
Sara sabiendo de sobra la respuesta después de haber respondido a su madre más de mil veces dice sin dudar:
  • Papá, mamá y Cristina.


Pues sí son muchos los detalles que nos lo anuncian pero son tan especiales y distintos los momentos...

Sara y Cristina este año no van al mismo cole y se pasan gran parte del día sin verse, de 9 a 16h para ser exactos. Se despiden con un beso cariñoso que le da Sara a Cristina y ya hasta la tarde.

Los reencuentros son distintos, da gusto pararse a observar las reacciones de la una y la otra.

Cuando llego con Cristina a la puerta del cole de Sara, noto como se va poniendo nerviosa, quiere salirse de la silla y nombra a Sara con insistencia. No podemos entrar con el carro hasta la clase por el lío que se forma y a veces le toca esperar sentada en su silla, cuando nos ve aparecer se pone a saltar y a gritar y no para hasta que Sara corre a darle un beso y un abrazo ¡Hola, Cristina! ¿Cómo estás pequeña? Y entonces ya se calla y pinta una sonrisa en su cara durante mucho tiempo... A veces Sara le da la mano hasta casa y le va preguntando o contando cosas.

Otro día Cristina y yo vamos a casa de los abuelos después del cole, ella va callada y nota que no es el camino de siempre, no pregunta solo observa. En la casa nos sentamos a merendar ella parece distraída y sin apetito, está como esperando una señal, llaman a la puerta y al abrirse oye su voz, es Sara, y se le ilumina su cara. Y siempre lo mismo pero nunca igual. Sara da un beso a Cristi, después a los abuelos y se sienta para merendar, le preguntamos qué tal y qué quiere merendar pero parece no oírnos, en su cabeza le ha faltado un detalle, se levanta, se acerca a Cristina y le da otro beso, este quizá más consciente, más pausado, y, solo entonces, se vuelve a sentar y nos hace caso al resto.

Para Cristina, Sara siempre ha existido en su vida, igual que papá y mamá, son sus referentes de siempre. Por el contrario para Sara, ha habido un antes y un después del nacimiento de Cristina, y creo estar segura si digo que un después muy especial. La llegada de Cristina la viví con mucho miedo por intentar estar cerca de Sara y entender los nuevos sentimientos que ella iba a tener. Ahora veo que es un gusto tener hermanas, que nos acompañan y nos enseñan, que nos hacen entender qué es eso de compartir y nos ayudan a crecer como personas.



(Un beso Mayme, creo que yo también te he mirado alguna vez como lo hace Cris.)


viernes, 29 de junio de 2012

Experimentando la ternura



Con el nacimiento de Cristina y mi incorporación al trabajo hemos vuelto a usar el fular a diario. Recuerdo que con Sara siempre me había gustado usarlo, sobre todo cuando era muy pequeña porque íbamos muy contentas las dos. Ahora con Cristina estoy volviendo a experimentar esa misma sensación de intimidad.
Me gusta descubrir las caras que nos miran, abuelas nostálgicas que sin reparos miran y se acercan hasta sacar una sonrisa a mi pequeña. Señoras que se sorprenden y me preguntan “pero que llevas ahí ¿un bebé?”. Jovencitas con instinto maternal u hormonas alteradas que se ríen con timidez y miran poniendo a continuación cara de “¡Es un bebé...!”, incluso se atreven a sacar el móvil y fotografiarnos sin vergüenza. Madre e hija que observándome con la niña en el fular se preguntan si irá ahí bien la criatura, ante estas situaciónes le pregunto siempre a Cristina que me mira bien cerquita de mi corazón y esconde su mirada tímida entre mis pechos o sino a Sara que siempre quiere cambiarse por Cristina si le damos la opción. Pero lo que más me está gustando es ver a los hombres también enternecidos, un día volvió la cara un heavy metal con cueros que asomó una sonrisa entre sus pelos largos.
¡Mira...!¡Mira...!¡Mira...! oigo a mi alrededor con mi niña cerquita, es precioso, Cristina y yo vamos provocando ternura por doquier.

lunes, 14 de mayo de 2012

Despilfarro con la comida


Me encuentro hoy en la revista de Intermon Oxfam una entrevista con Tristram Stuart, haciendo referencia a su libro Despilfarro: el escándalo global de la comida. En dicho libro critica la cantidad de comida que se tira en el mundo y lo que podemos hacer de manera individual para luchar contra ello, y entre los consejos que enumera en la revista, rescato uno que quiero comentar:

Enseña a tus hijos que deben acabarse todo lo que hay en el plato y haz tú lo mismo. No olvides que eres un modelo para ellos.”

Así leído, parece que suena bastante evidente, como muchos del resto de consejos, pero cuando me pongo a pensar en el día a día con las niñas y en las comidas con amigos y familiares, veo que lo de acabar TODO (y siempre) ya no es tan sencillo. Seguramente os vendrán a la mente esas comidas copiosas y cumpleaños en que se juntan los restos antes de llevarlo a la cocina, e incluso esa tarta tan exquisita que alguien ha dejado a medias; o el niño que no quiere comer y deja el plato sin acabar y guarreado. ¡Pero es que es inevitable! Bueno, traduciendo los consejos del libro a la alimentación infantil, tendríamos estas sugerencias:

  • Ajustar la cantidad que se compra o cocina.- ajustando de una vez a otra, podemos conseguir que no sobre comida, y huir del pensamiento de que si no sobra, es que hubiera comido más. Personalmente me duele cuando escucho frases como “haz pasta de más, total, si es muy barata” o “aunque no creo que se lo coma, le voy a hacer la papilla de 90 ml”.
  • Poner menos cantidad de comida en el plato y, si después quieren más, repetir. A veces ponemos tal cantidad de comida a los niños, que parece que el plato les abruma, sabiendo antes de empezar que no podrán con él. Seguro que es más gratificante para ellos, especialmente para los “malos comedores”, acabarse el plato entero y tener que pedir más.
  • No permitirles jugar y guarrear la comida, de manera que aquello que no se coma se pueda guardar para después, o sino también
  • pásale al que tienes al lado lo que no te puedas comer. Si se ha ajustado la cantidad de comida al cocinar, es posible que lo que uno no se coma lo quiera otro.
  • Y si aun así sobra comida, pues guardarla o congelarla para otra ocasión en que nos quedemos escasos o que decidamos comer de “sobras”.

Todo ello les hará valorar la importancia que tiene la comida, y además se les puede explicar que la comida no nos la regalan y que hay muchos niños que pasan hambre no muy lejos. Por cierto, que estas sugerencias en clave infantil también valen para mayores que, volviendo al principio, somos el modelo que damos a nuestros hijos de un modo especial, pero también al resto de niños de manera general.

lunes, 19 de marzo de 2012

La difícil elección de colegio

Ahora que Sara acaba de cumplir 3 años, nos toca enfrentarnos a una decisión que se me antoja muy importante para su futuro (y en parte, también el nuestro): la elección de colegio. Supongo que todos los padres coincidiríamos en decir que queremos “lo mejor para nuestros hijos”, pero ese topicazo no nos saca del aprieto, porque aún tenemos que pensar qué es para nosotros “lo mejor”: ¿nos fijamos en el aspecto puramente académico o valoramos más lo personal? ¿ajustamos nuestra jornada laboral al horario de nuestros hijos o al revés? ¿cuánto estamos dispuestos o podemos gastarnos en el cole?


Junto a este batiburrillo nos encontramos también con las opiniones que nos irán llegando de familiares y amigos, que a veces sí tienen muy claro cuál es “el mejor” colegio.





Pero nosotros, con nuestras dudas, nos vamos decantando por lo siguiente (más o menos en orden de importancia):


  • La opción por la escuela pública, que intenta (o intentaba) atraer a los mejores profesores y que no hace discriminación del alumnado.

  • La proximidad a casa, no sólo por comodidad, sino porque pueda coincidir con los amigos que después se vaya a encontrar en el parque. Además, la opción de no utilizar el coche a diario durante tantos años es una opción más ecológica.

  • Que tenga un AMPA que trabaje bien, que permita y anime a involucrarse a los padres.

  • Tener buenas referencias de alguien que conozcamos, que nos hable de su funcionamiento y nos cuenten también sus pegas.

  • Método pedagógico que utilicen. Aunque al final es más importante el profesor que tenga, pero el enfoque pedagógico del centro (uso de libros, fichas, proyectos...) condiciona.

  • Que tenga comedor, ampliación de horario, y que nos permita ajustar la logística.


En el lado contrario, remarcar también aquello a lo que NO damos tanta importancia:


  • La clasificación de colegios que hace la Comunidad de Madrid, que tiene un claro sesgo por la selección de alumnos en los concertados y privados, incluso por aquellos que dejan en casa a los peores alumnos en el día de la prueba.

  • Las instalaciones, que se pueden suplir con los polideportivos municipales.


Bueno, seguro que hay que tener en cuenta más cosas, porque la posibilidad de que no te den el primer colegio solicitado también te puede condicionar la elección, y también pueden cambiar o ser impredecibles las circunstancias personales (¿mantendré mi trabajo con el horario que tengo?).


A aquellos que estéis en la misma situación, os deseo que lo viváis con paz, que luego los niños se adaptan mucho mejor a las circunstancias que nosotros, sus padres, y que también es posible cambiar de colegio si el niño no se adapta o el colegio no responde a nuestras espectativas.


Por cierto, ya son oficiales los nuevos baremos de puntuación de la Comunidad de Madrid, que son los que se habían anunciado, y también está abierto el portal para buscar los puntos que corresponden a cada zona o domicilio con el nuevo baremo de 4 puntos por proximidad y 2 en el resto de la Comunidad.

lunes, 9 de enero de 2012

Simplificando la alimentación de los bebés

Como ya me imaginaba, una búsqueda rápida con las palabras “alimentación fruta bebés” en Google me lleva a artículos muy elaborados sobre las papillas de frutas y los métodos que se pueden utilizar para conseguir que el bebé se las tome.


Hoy nosotros queremos presentaros un producto revolucionario que está funcionando perfectamente con nuestra hija de 8 meses y que está consiguiendo su afición por la fruta (como ya hizo con Sara, que ahora tiene casi 3 años y las devora). Las ventajas que tiene son:


  • 100% fruta natural

  • Rica en hidratos de carbono y potasio

  • Rica en vitaminas A y C y minerales

  • Envase de reducido tamaño y fácilmente transportable

  • Envase ecológico 100% biodegradable

  • Fácil y rápida preparación

  • Textura y olor atractivos para el bebé


Os presentamos... el PLÁTANO: