domingo, 23 de enero de 2011

Canciones para niños: Pasárselo bien

Cuando pensamos en canciones para niños, todos nos acordamos de “la vaca lechera”, “el señor don Gato” o “el barquito de cáscara de nuez”. Lo cierto es que los ritmos gustan a los niños y para los padres son fáciles de aprender, pero a mi me gustaría saber más de música para encontrar grupos, canciones o estilos de música que también gusten a los niños, aunque no estuvieran enfocadas para ellos. Por ejemplo, se dice que la música clásica tiene una influencia importante en los primeros meses del desarrollo de los bebés, incluso en el periodo de gestación desde la semana 20.


Hoy quería presentar un disco de canciones para niños que ha sido el descubrimiento de estas Navidades, se llama “Pasárselo bien” y está compuesto por Xaquín, aunque cantado por otros cantantes conocidos (Luis Guitarra, Migueli, Brotes de Olivo...). Esta es la carátula:



En un primer momento me gustó la música del disco, desde canciones marchosas para bailar con los niños hasta nanas para dormirles en la cama; pero, cuando lo he ido escuchando más, he descubierto que tiene letras preciosas, quizás más pensadas para los padres que las cantan. En la página web se pueden escuchar trozos de algunas de estas canciones, y también es posible descargarse las letras, acordes y otros materiales para trabajarlas.


Espero que os gusten y las disfrutéis como nosotros y, si queréis conseguirlos, sabed que se pueden pedir por Internet.


¿Qué música escuchan vuestros hijos? ¿Pensáis que la música es importante para ellos? ¿Os animáis a recomendar alguna canción o algún cantante?

lunes, 10 de enero de 2011

Manualidades navideñas (III): plastilina no tóxica

Desde que leímos el artículo Juguetes Caseros y Ecológicos: Plastilina no tóxica en el blog Amor Maternal teníamos ganas de echar una tarde para intentar hacerla y que Sara participara. Antes de contar nuestra experiencia, os invito a que leáis dicho artículo, donde podéis encontrar la receta (el cremor tártaro se puede sustituir por bicarbonato sódico, doblando el volumen) y unas cuantas ideas sobre su uso, además de otras cuantas propuestas de manualidades caseras y ecológicas, como la pintura de dedos no tóxica.


Para esta primera vez, lo único que queríamos era que Sara se divirtiera y pudiera tocar y participar en la cocina, ya que sabemos que le gusta y siempre está dispuesta a ayudar; la sorpresa me la llevé cuando le puse la medida de harina para que la echara al cuenco y veo que en vez de volcar el vaso, le parecía más entretenido ir pasando pizcas con sus deditos. Pues claro, la textura de la harina es muy agradable y para ella ya había comenzado el juego; un poco después, decidía seguir avanzando y volcaba el vaso. Con la sal sucedió lo mismo, primero descubría su textura cogiendo poquitos con dos o tres dedos, para después volcar el resto del vaso. A la hora de mezclar con el agua vi que tiene una gran destreza con las manos, y se permitía el lujo de levantar la cuchara para ver como los grumos chorreaban de vuelta al cuenco. Como no teníamos prisa, le dimos unas cuantas vueltas hasta que la masa quedó muy bien mezclada. En el momento de poner la masa al fuego no nos atrevimos a dejarla a ella, porque el color de la vitrocerámica es demasiado atractivo, así que esa parte la acabé yo. Por cierto, como no teníamos los colorantes y nos bastaba con probar un color, utilizamos un preparado barato de paella, de ahí el color obtenido :-D. Este es el resultado final, y los ingredientes utilizados (bueno, falta el agua).



Ingredientes de la plastilina no tóxica y resultado final


La textura de esta plastilina es muy agradable al tacto, fácilmente modelable y muy parecida a la plastilina que podemos comprar (según recuerdo, que hace mucho que no la utilizo); además, para Sara era toda una novedad y estuvo un buen rato sentada haciendo churros, galletas y rompiéndolos después.


Como en casa no somos grandes artistas, no tengo fotos de nuestras obras, pero pudimos disfrutar juntos manipulando la plastilina que acabábamos de cocinar; por eso os animo a que lo hagáis en casa con vuestros hijos, sobrinos...

domingo, 2 de enero de 2011

Manualidades navideñas (II): galletas

Hace unos años, mi amiga Maripa me contó que cada Navidad comenzaba en su casa con dos actividades: la primera, ir a cantar a una residencia de ancianos, y la segunda, hacer galletas con los sobrinos. Un año nos invitó a participar de la elaboración de estas galletas con algunos de ellos. Esa tarde disfruté tanto que apunté la receta y quise repetirlo con mi sobrino; mi sobrino Gabriel cumple años el día 22 de diciembre, y ese día nos juntamos en su casa para hacer galletas. La actividad fue mi regalo de cumpleaños de ese año, y todos disfrutamos muchísimo.


Este año, nos juntamos unos cuantos amigos con los hijos para hacer las galletas y de nuevo lo pasamos en grande. Días después, lo repetimos con Sara y 3 primos más.


Esta actividad nos gusta porque vemos que es enriquecedora para los niños; todos participan en su elaboración, deben esperar su turno para echar los ingredientes, para batir, meter la mano, deben compartir los moldes, tratar la masa con cuidado para que no se estropeen las figuras, y prestar atención de nuestras indicaciones de cada paso. Además, les ayuda a coger gusto por la cocina, tener paciencia hasta que el proceso termine y entonces poder disfrutar del resultado.


El proceso completo resulta un poco largo para niños pequeños, así que hay que tener todo bien preparado antes de sentarlos, e intentar entretenerlos en los tiempos de espera, haciendo una pausa cuando la masa se deja enfriar, para que lleguen a hacer las formas de las galletas, que en el fondo es lo más divertido para ellos.




Esta receta la tenemos gracias a Conchita, una amiga de los padres de Maripa, que vivió en Suiza un tiempo, y es una receta de allí:


Ingredientes (con estas cantidades salen unas 100 galletas):
  • 250 gr de margarina

  • 250 gr de azúcar

  • 3 huevos y 1 más para “pintar” las galletas

  • la ralladura de 1 limón

  • 500 gr de harina (o 250 gr de harina y 250 gr de coco rallado)

  • azúcar glacé

  • una pizca de sal


Derretir la margarina, añadir el azúcar, los huevos y una pizca de sal; trabajar hasta aspecto de mousse (esto es difícil, pero hay que asegurarse de que el azúcar se deshace en el huevo). Añadir la ralladura del limón y la harina (o su variante de harina y coco); mezclar y dejar enfriar de 10 a 15 minutos, incluso se puede meter en la nevera (este paso es muy importante). Espolvorear harina en la mesa y trabajar la masa con las manos (si se pega a las manos, añadir un poco más de harina), extenderla con el rodillo hasta que la masa tenga un grosor de unos 4 milímetros. Hacer las formas con los moldes (o con un vaso, si no se tienen) y colocar en una bandeja de horno. “Pintarlas” con huevo batido y hornear unos 10 minutos a 200ºC en la mitad del horno (con calor por arriba y por abajo). Cuando estén frías, se espolvorean con azúcar glacé, para lo cual puedes ayudarte de un colador.


sábado, 1 de enero de 2011

Manualidades navideñas (I): árbol de Navidad

Aprovechando las vacaciones navideñas mi mujer se ha puesto manos a la obra, y va buscando distintas manualidades en las que Sara pueda colaborar; de esta manera, no sólo Sara está entretenida, sino que se lo pasa realmente bien, y va adquiriendo habilidades a través de la manipulación y la propia experiencia. Empezaron haciendo un pequeño árbol de Navidad de material reciclado:


  • El esqueleto del árbol está recortado de una caja de pañales. Son 2 cartones ensartados por un corte central.

  • Sobre el cartón fueron pegando recortes de revistas y de una cartulina vieja (aquí es donde participaba Sara, practicando con unas pequeñas tijeras).

  • Los adornos son gominolas que se habían puesto duras.

  • Y la estrella es un CD antiguo que ya no valía.


Este es el resultado final:



Y con un poco de retraso, deseamos que sigáis viviendo unas muy felices navidades y disfrutéis este año 2011 que empieza.