viernes, 2 de abril de 2010

Mi niña sí me come (I)

Antes de que Sara comenzara a tomar alimentación complementaria decidí leer un libro de Carlos González, un pediatra que ya me había ayudado con la lactancia materna, Mi niño no me come. En ese libro me felicitaba por leerlo antes de tener el problema, era curioso yo lo había cogido de la biblioteca porque el estilo del autor me había gustado ¡Qué cosas!

En ese libro aconsejaba un montón de cosas que no nos podíamos creer, pues muchas de ellas estaban contraindicadas en los consejos que nuestra pediatra nos había dado para la iniciación a la alimentación complementaria. Bueno esto es lo normal dentro de los profesionales de la salud, cada uno te dice lo que debes hacer pero no se ponen de acuerdo ni dentro del mismo hospital, ni dentro del mismo turno, ni dentro del mismo centro de salud, ni... Perdón me he despistado un poquillo del tema pero es la vida misma.

Un dato importante que es posible que para Sara fuese decisivo en su buen hacer a la hora de la comida fue la salida de los dientes; a los 6 meses a Sara le rompieron los dos dientes de abajo, hacia los 10 los dos de arriba y ahora con casi 13 meses ya tiene 4 y 4 en cada encía; esto, quieras o no, ayuda a meter sólido desde el principio.

Una cena de Sara con 12 meses y medio

Esto es lo que hicimos con Sara y por ahora come fenomenal: el primer día que le dimos papilla se la aplastamos con el tenedor: la patata, la zanahoria al principio, después el calabacín, las judías verdes, etc. Cuando empezamos con la carne se la cortamos muy pequeñito con las tijeras. Lo mismo con la fruta: el plátano es fácil de aplastar, la mandarina, la primera fruta que nombró, le fascina toda cortada en trocitos que al principio le dábamos y ahora con una habilidad sorprendente ya es capaz de coger con esos pequeños deditos que tiene. La manzana se la laminábamos igual que la pera pero creo que estas dos le han costado un poco más; aunque después con un par de meses más nos atrevimos a darle un cuarto de manzana y empezó a roerla con esos dos dientecitos primeros que son sorprendentemente valiosos y útiles para los niños. Se me olvidaba, antes de todo esto le dimos arroz porque es el único cereal que no tiene gluten y yo creo que como a los 4 meses o así ya se tomó su primer cuenquecito de arroz bien pasadito y con un chorreón de aceite.


(continuará...)

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